La maldición de la ouija

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Existía una chica muy deseosa de probar el juego de la Ouija pero era demasiado temerosa hasta que un día juntó coraje y se decidió hacerlo.

Espero a estar sola en su casa, fue a cortar una rosa de su jardín, realizó un círculo en medio del salón y allí colocó una Biblia, la rosa, la tabla de Ouija y una tijera.






Esperó con paciencia que llegara la medianoche y una vez que sonaron las 12 campanadas pronuncio en nombre que le habían mencionado: Verónica. En un primer momento no pasó nada hasta que el tablero comenzó a moverse y pudo leer con terror la siguiente frase: “Morirás esta noche. Cuando la rosa se marchite, la tijera se te clavará en el pecho”. Con mucho miedo pregunto si esa entidad era quien le iba a hacer ese daño, obteniendo como respuesta: “Yo no te voy a hacer daño, pero tú no puedes evitar tu destino”.

La joven entró en estado de desesperación aunque en un instante de lucidez y pensó en proteger a la rosa para que no se marchite por lo que salió corriendo en esa dirección pero con tan mala fortuna que tropezó con la tabla Ouija y cayó al suelo, clavándose la tijera en medio del pecho….

Los padres llegaron un par de horas después, viendo con horror a su hija muerta rodeada de un charco de sangre, con la tijera clavada en su pecho.

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